LA ENERGIA EN LA VIVIENDA
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LA ENERGIA EN LA VIVIENDA

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El consumo energético en la vivienda no depende del tamaño de la misma sino de la orientación de la construcción, del nivel de aislamiento térmico y de la zona climática en la que se encuentre.

 

Aislamiento, la clave del ahorro energético.  Si vas a comprar una vivienda nueva, es imprescindible que te fijes en la calidad de los materiales de construcción y en su nivel de aislamiento térmico, pues de nada sirve que inviertas en equipos y sistemas eficientes si posteriormente tienes que emplear más energía por un aislamiento deficiente en la construcción. 

El consumo energético de la vivienda aumentará de forma importante si el nuevo hogar no presenta un nivel de aislamiento térmico correcto en la cubierta exterior, en los muros que separan las viviendas contiguas y en los cierres (ventanas y acristalamientos, marcos y molduras de puertas, cajetines de persianas enrollables, chimeneas y conductos). En el caso de que tu hogar actual ofrezca carencias en este sentido, puedes realizar mejoras incorporando corcho, fibra de vidrio o poliuretano, materiales con gran capacidad aislante. Con ellos puedes reducir hasta un 30% el consumo energético en tu vivienda. 

 

Empleo de energías renovables.  Exige mejoras con respecto al aislamiento y la iluminación de las nuevas edificaciones y promueve el empleo de energías renovables (solar, térmica y fotovoltaica) en las mismas para que una parte del consumo energético de la vivienda proceda de fuentes renovables. 

El uso de las energías renovables no solo supone ahorros energéticos y económicos importantes, sino que es una interesante apuesta en materia de sostenibilidad y contribuye a reducir la dependencia energética de nuestro país de recursos externos. Este tipo de instalaciones siempre se complementa con otras tradicionales, como las calderas de gas o gasóleo para la calefacción y agua caliente sanitaria. La combinación entre ambas está empezando a generalizarse en países europeos en los nuevos bloques residenciales, y en unos años tendremos estadísticas fiables del ahorro energético que arrojan estas construcciones. 

 

Ahorrar energía en el hogar.  Se estudia en Europa que si se consigue aminorar el consumo, entre las ventajas que se lograrán, según el comisario europeo de Energía, Andris Piebalgs, se alcanzará una reducción de 780 millones de toneladas anuales de emisiones de CO2 a la atmósfera y el ahorro de 100.000 millones de euros durante estos años.  La CE se ha propuesto sensibilizar a la población a través de la educación y la formación porque el precio de la energía parece no frenar el consumo. Iniciará campañas en este sentido en las que se recordarán las formas diarias de ahorro de energía que tienen en su mano los consumidores. Con la contribución de todos los ciudadanos disminuirán los inconvenientes ligados al cambio climático, así como parte de la dependencia energética del exterior.

 

Para conseguir su ambicioso objetivo la Unión Europea implantará unas normas mínimas de eficacia energética para los electrodomésticos. Precisamente, los aparatos que consuman energía por encima de ciertos estándares ya no podrán ponerse a la venta. A su vez, se obligará a mejorar la información al consumidor en las etiquetas de los electrodomésticos, de modo que quede más claro su nivel de consumo.

 

Nosotros aun no hemos nacido en el establecimiento de leyes y de mecanismos que nos permitan la sostenibilidad de nuestro planeta, comenzando desde nuestra propia casa.  ¡Debemos seguir estos ejemplos!

 

Recomendaciones

Apagar completamente aparatos electrónicos como televisores, DVD o videos, que en la posición stand-by o de espera siguen consumiendo, o descongelar con más frecuencia las neveras para que enfríen de manera más eficaz, además de, por supuesto, no dejar las luces encendidas de las estancias en las que no se está o no poner el lavavajillas o la lavadora hasta que no estén llenos, son algunas de las recomendaciones.

El piloto rojo del stand-by gasta en un año en la UE una cantidad de electricidad similar al consumo total que se produce en Centroamérica y parte del Caribe durante ese mismo periodo de tiempo. Por poner otro ejemplo, el derroche de la comodidad del semidesenchufado del mando a distancia permitiría ver la televisión cinco horas al día a todos los hogares españoles durante 25 años.

En cuanto a la iluminación, es importante sustituir las bombillas de luz incandescente por lámparas fluorescentes compactas. Aunque inicialmente el costo de estas lámparas es más alto, a largo plazo resultan más económicas; su duración aproximada es diez veces mayor y consumen cuatro veces menos energía.

Al comprar un aparato doméstico nuevo, además de comparar precios, hay que tener en cuenta su capacidad y consumo de energía. Es fundamental observar la etiqueta de eficiencia energética.


 

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